CAST / GAL

Un máster para la imaginación
Marisi, 57, Ourense

Se abrieron las puertas y entré. Me desplome en el asiento. Crucé las piernas buscando una sensación de confort. Enfrente una joven hablaba expresivamente por teléfono. Me metí en su vida. Seguí atentamente su monólogo. Le puse edad, sexo, hasta cara a quien escuchaba y le respondía.
Llegó su parada y se fue de mi vida.
En ese asiento, todavía caliente, se sentó un hombre de mediana edad. Se puso unos auriculares conectados al iPhone, sacó un libro de la mochila y lo abrió por el marcapáginas. Crucé las piernas hacia el otro lado y me metí en su vida.
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