La elección
Isabel María, 46, Salamanca

El caballo de cartón soñó que era brioso corcel blanco galopando por un mundo fantástico, hasta que el príncipe del cuento lo alcanzó y consiguió domarlo.
El caballo de cartón dormía un sueño agitado, no sabiendo ya quién era, si juguete o esclavo. Decidió rebelarse en el sueño y golpeándolo con sus patas, al príncipe dejó despatarrado.
Piafando de exultante alegría galopó sin descanso, viviendo mil aventuras como siempre había soñado.
El caballo de cartón dormía un sueño agitado, no sabiendo ya quién era, si juguete o esclavo. Decidió rebelarse en el sueño y golpeándolo con sus patas, al príncipe dejó despatarrado.
Piafando de exultante alegría galopó sin descanso, viviendo mil aventuras como siempre había soñado.