Estrella fugaz
Paula, 36, Barbadás

Al borde de un inmenso acantilado sentía angustia, desesperación, tristeza y mucho miedo. El miedo siempre está dispuesto a volver de noche.
Lloró, gritó, desesperó... Estaba sola y no quería mirar.
Una estrella fugaz iluminó la majestuosa naturaleza por unos segundos y pudo ver al acantilado solo, sin agua. Vacío. Pensó si se sentiría como ella.
A la estrella le pidió seguridad y confianza para enfrentarse al vacío.
Despertó. Por fin.
Aún era de noche pero ahora podía ver las estrellas y sabía que pronto vería el sol. Por fin.
Porque el sol siempre está dispuesto a volver de día.
Lloró, gritó, desesperó... Estaba sola y no quería mirar.
Una estrella fugaz iluminó la majestuosa naturaleza por unos segundos y pudo ver al acantilado solo, sin agua. Vacío. Pensó si se sentiría como ella.
A la estrella le pidió seguridad y confianza para enfrentarse al vacío.
Despertó. Por fin.
Aún era de noche pero ahora podía ver las estrellas y sabía que pronto vería el sol. Por fin.
Porque el sol siempre está dispuesto a volver de día.