Desde fuera
Coque, 36, Zamora

Todos los días observaba desde la puerta un incesante barullo de consumidores. Aquéllos, ávidos de víveres, miraban a Coque con diferentes muecas y expresiones. No obstante, él permanecía impertérrito esperando a la salida sentir el tacto de esa mano amiga. Desde fuera podía percatarse de los olores que desprendía la sección de panadería situada a la entrada, además de vislumbrar lo que los compradores con las manos llenas de bolsas portaban de aquel mágico lugar. Tanta fruta, verdura, carne, pescado... Se perdía imaginando cuantos manjares se podrían preparar con todo ello, soñando la disposición que reunirían en su preciado cuenco.