CAST / GAL

Vía email
Manuela, 60, Madrid

Me vestía en las mismas cadenas de ropa que mi hija veinteañera, manejaba internet y redes sociales, seguía bebiendo cerveza -que siempre te une a la adolescencia-, mi mente pensaba y me aconsejaba como treinta años atrás, pero... aquel día un correo promocional me ofreció la posibilidad e obtener una tarjeta dorada para mayores de 60. Y de esa forma me enteré de que era mayor, sin ser consciente, mientras continuaba siendo la misma chica joven de siempre. Busqué rápidamente el DNI y lo confirmó. El tiempo me había atrapado y me enteré por un email, así empezó.
Compartir: