Entre libros
Lola Loves, 37, Madrid
El verano llegó con su calor abrasador y un encuentro casual en la librería del barrio. Ella buscaba poesía; él, novelas de ciencia ficción. Sus manos se rozaron al alcanzar el mismo libro.
—Perdón —dijo él, sonriendo tímidamente.
—No, es culpa mía —respondió ella, sintiendo sus mejillas ruborizarse.
—Perdón —dijo él, sonriendo tímidamente.
—No, es culpa mía —respondió ella, sintiendo sus mejillas ruborizarse.