Matryoshka
Vencejo, 21, Arévalo, Ávila
Primer premio

—Buenos días, ¿es esta la oficina de Sueños y Otros Asuntos Imaginarios?
—Sí, aquí es. ¿En qué puedo ayudarla?
—Me gustaría ampliar mi suscripción.
—¿Cuánto tiempo?
—Indefinido. La realidad ha dejado de gustarme.
La oficinista se recolocó las gafas y me miró fijamente durante unos largos segundos.
—¿Y cómo sabe cuál es la realidad, joven?
—¿Disculpe?
—La vida que usted cree que es real podría ser el sueño de una niña. ¿No se le ha ocurrido pensar que nuestra realidad es el sueño de otro, y ese sueño está metido dentro de otro sueño?
—Sí, aquí es. ¿En qué puedo ayudarla?
—Me gustaría ampliar mi suscripción.
—¿Cuánto tiempo?
—Indefinido. La realidad ha dejado de gustarme.
La oficinista se recolocó las gafas y me miró fijamente durante unos largos segundos.
—¿Y cómo sabe cuál es la realidad, joven?
—¿Disculpe?
—La vida que usted cree que es real podría ser el sueño de una niña. ¿No se le ha ocurrido pensar que nuestra realidad es el sueño de otro, y ese sueño está metido dentro de otro sueño?