Hay esperanza
José María González Pérez, 58, Palencia

Amanece un día más. Pongo la tele, 425 muertos más y 12.346 infectados. Apago la tele.
Ugur Sahin asiste a las reuniones de negocios con vaqueros, mochila y un casco de bicicleta bajo el brazo. Hijo de un inmigrante turco, se convertiría, años más en el director ejecutivo de BioNTech. Ahora a los 55 años de edad, se encuentra entre los 100 alemanes más ricos, junto a su esposa y colega Öezlem Türeci, de 53 años de edad, hija de un médico turco.
Enciendo la radio, Ugur y Öezlem descubren la vacuna contra el coronavirus.
Hay esperanza.
Ugur Sahin asiste a las reuniones de negocios con vaqueros, mochila y un casco de bicicleta bajo el brazo. Hijo de un inmigrante turco, se convertiría, años más en el director ejecutivo de BioNTech. Ahora a los 55 años de edad, se encuentra entre los 100 alemanes más ricos, junto a su esposa y colega Öezlem Türeci, de 53 años de edad, hija de un médico turco.
Enciendo la radio, Ugur y Öezlem descubren la vacuna contra el coronavirus.
Hay esperanza.