De tal palo
Carlos, 29, Valladolid

Eran otros tiempos. Lo que se tenía había costado mucho ganarlo.
Daba igual lo que le dijéramos.
- Déjalo abuela, ya lo hago yo…
- ¡Tira esa servilleta, que llevas tres días con ella!
Huérfana desde los siete, no acostumbraba a obedecer. Sabía lo que tenía que hacer, y pocas veces se equivocaba.
Hoy fuimos a comer con su hija, nuestra madre. Nada más traer los platos, y con sutil maestría, mamá guarda la servilleta.
- Es de las buenas, susurra bien bajito.
Dicen que cuando nos vamos nunca lo hacemos del todo. Qué bonito descubrir que así sea.
Daba igual lo que le dijéramos.
- Déjalo abuela, ya lo hago yo…
- ¡Tira esa servilleta, que llevas tres días con ella!
Huérfana desde los siete, no acostumbraba a obedecer. Sabía lo que tenía que hacer, y pocas veces se equivocaba.
Hoy fuimos a comer con su hija, nuestra madre. Nada más traer los platos, y con sutil maestría, mamá guarda la servilleta.
- Es de las buenas, susurra bien bajito.
Dicen que cuando nos vamos nunca lo hacemos del todo. Qué bonito descubrir que así sea.