CAST / GAL

Volver a los inicios
Ninuri, 49, Lillo

Mi madre, antes una mujer enérgica, comenzó a perderse en el laberinto de la mente. El diagnóstico fue demencia. Al inicio, pequeños olvidos, luego, confusión constante. La decisión fue inevitable: su entrada a una residencia. Con lágrimas, firmé los papeles, sintiendo que la estaba abandonando. Pero la realidad era distinta, allí ella sonreía, era una oportunidad para volver a empezar. En ese lugar, entre juegos y risas, mi madre encontró una nueva manera de vivir y yo, una forma de seguir amándola.
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