Los sueños nos persiguen
Iria, 37, A Coruña
Finalista
Ella se quitó la chaqueta seis tallas más grande.
—¡Por fin podemos descansar! Los sueños no nos pueden seguir hasta aquí, ¿no?
Él se encogió de hombros, mientras su cabeza se transformaba en una máquina expendedora.