CAST / GAL

El principio del final
Jotaerre, 45, Hondarribia

—Tengo una corazonada...
—¿Ah, sí? ¿Y qué es?
—Un simple pálpito. Nada más.
—¿De qué trata?
—No te incumbe. Es cosa mía.
—No obstante, si la compartes, aliviarás la carga.
—Déjalo. Además, no te conozco.
—Me llamo Pedro, encantado. Ya no soy un desconocido.
—Las cosas no funcionan así.
—Mi reloj tampoco, pero lo llevo puesto. Era de mi padre.
—Pero, ¿por qué tardará tanto?
—En ocasiones, el deber es la muerte del amor...
Una hora después, la boda fue anulada. La novia había optado por su segunda opción.
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