CAST / GAL

EL LLANTO DE LAURA
CHARRIT@SOY, 46, Salamanca

Karla, empuja, empuja una y otra vez, exhausta, pero perseverante. Es fuerte.
Sabes que sus esfuerzos tendrán recompensa, es cuestión de minutos o segundos, quizá por ello no desiste.
Cuando siente que de su cuerpo se desliza el último pedacito de sí misma, espera ansiosa esa respuesta que se hace de rogar.
Todos a su alrededor observan con inquietud a la vez que tratan de encontrar el más mínimo signo de vida en aquel cuerpecito casi inerte que les tiene a todos en vilo.
¡Por fin! Se oye un sollozo, después un fuerte llanto.
Comienza una vida, Laura respira.
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