CAST / GAL

Pintada de camuflaje
Azul Noche, 53, Madrid

Tenía diecisiete y una moto de camuflaje. Prometimos avisarnos desde el otro lado, si había algo. Nos lanzábamos contra la oscuridad de los parques, acelerando al límite. Pegaba el oído a su espalda, siguiendo los latidos unidos al motor.
Esa noche no subí. Tenía que despertarme temprano para estudiar. Se marchó enfadado calle abajo, horas después alguien pinchó su corazón deteniendo aquel motor para siempre.
No podía dormir y en mis sueños llovía. Llegó envuelto en el viento helado. "Tengo poco tiempo", dijo. Todo está bien. Te llaman. Apretó mi mano. Mi padre dijo mi nombre. Desperté. Ya no estaba.
Compartir: