Deseo
Aurora, 66, Cariño
Iniciábamos las vacaciones de agosto, camping, playa, Perseidas...
Dormían los dos niños de la pareja. Estos, con las cabezas fuera de la canadiense mirando las estrellas, era la noche de las perseidas, pedirían un deseo si veían la misma.
—¿Has visto esa? No
—¿Y esa? No
—¿Y esa? Sí.
Pues pidamos un deseo, sin decirlo en voz alta.
Yo no deseé nada: teníamos dos hijitos sanos, trabajos que nos satisfacían, nos amábamos.
Al día siguiente el mar, que él tanto amaba y disfrutaba se lo llevó consigo para siempre.
¿Sería su deseo?
Dormían los dos niños de la pareja. Estos, con las cabezas fuera de la canadiense mirando las estrellas, era la noche de las perseidas, pedirían un deseo si veían la misma.
—¿Has visto esa? No
—¿Y esa? No
—¿Y esa? Sí.
Pues pidamos un deseo, sin decirlo en voz alta.
Yo no deseé nada: teníamos dos hijitos sanos, trabajos que nos satisfacían, nos amábamos.
Al día siguiente el mar, que él tanto amaba y disfrutaba se lo llevó consigo para siempre.
¿Sería su deseo?