CAST / GAL

Un corazón lleno de Esperanza
Andrea, 47, Villagarcía de Arousa

Era un momento ansiado, tan soñado y también doloroso porque renacer implicaría que otra luz se apagaría a medio camino. Recuerdo esa llamada que hizo que mi corazón cabalgara velozmente como si se escapara de mi pecho: el corazoncito para mi hija Paula había llegado gracias a la generosidad de una familia que, aun en su peor momento, eligió donar vida, regalar amor y esperanza.
Un camino duro, una montaña rusa de emociones, de posibilidades de que algo no salga bien, pero después de 10 años llegó la luz: estamos camino de una nueva vida llena de momentos por vivir.
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