SUEÑOS y sueños
Cleopatra, 47, Meirás, A Coruña

Antes mis sueños eran de primera; la felicidad la marcaba el reloj a las seis menos cinco, esos últimos minutos parecían eternos, pero cuando la aguja rozaba el número 12 y se cerraban los libros, me convertía en un pájaro que extiende las alas o un corzo en plena estampida; lo que me esperaba tampoco era nada de otro mundo: un sofá mullido, un bocata con zumo, y los dibujos de la tele.
Llegar al viernes era mi sueño preferido.
Ahora me conformo con que me toque el turno en la cola del súper...
Llegar al viernes era mi sueño preferido.
Ahora me conformo con que me toque el turno en la cola del súper...