La gaviota del bosque
Tere Larraz, 36, Seseña
Finalista

La gaviota surcaba los cielos azules, pero su corazón anhelaba algo más. Cansada de la monotonía del mar, decidió aventurarse hacia el bosque. Allí, entre árboles y susurros del viento, empezó una nueva vida. Aprendió a posarse en las ramas y a observar la danza de las hojas. Descubrió la magia de los colores otoñales y el abrazo reconfortante de la vegetación. La gaviota, ahora libre de las cadenas del océano, encontró en el bosque la verdadera libertad. Y así, con sus alas extendidas y su espíritu lleno de felicidad, encontró su hogar en un lugar inesperado