Noche de falsa vigilia
Morrigan, 14, A Coruña

Allí estaba, frente a todos aquellos seres que me miraban en silencio. Seres sin rostro ni cuerpo definido que emitían sonidos ininteligibles y amenazadores, busqué cobijo entre las calles mojadas por la lluvia, logré esconderme de aquellas criaturas entrando a una vieja farmacia. Un fuerte olor me recibió y justo frente a mí estaba colgado el cuerpo de un hombre, clamé al cielo en ese momento pidiendo no estar despierto y de pronto el edificio se vino abajo, el cuerpo descompuesto cayó sobre mí y todo se llenó de aquellas criaturas. Justo ahí la pesadilla acabó.