Una frase para salvarme
LUCIA G.V., 42, Vigo
Llevabas cinco meses en mí. Tus pataditas me arrancaban sonrisas. Fuimos a verte y el destino apuñaló nuestra felicidad: estabas muy enfermo y nunca veríamos tu carita. Algo en mí se rompió. Te marchaste, dejándome vacía, sin lágrimas ni esperanza. Me hundí en el dolor hasta que tu hermana de cuatro años, con sus ojos negros y pestañas de mariposa, me cogió la mano y me dijo: "Mamá, te necesito". Con una sola frase, me guio hacia un nuevo inicio, reencontrándome y volviendo a vivir. Tú me enseñaste más que mil vidas y ella que el amor todo lo sana.