CAST / GAL

El destino
Seary, 75, Ferrol

No me desperté muy bien, algo raro… pero mis compañeras de promoción no me hubieran perdonado que dejara de asistir a nuestra reunión anual, como veníamos haciendo los últimos 47 años.
Cómodamente instaladas, no faltaban temas de conversación, anécdotas ni recuerdos. A estas alturas tampoco era de extrañar que alguna echara una cabezadita, momento que aproveché para irme discretamente, sin que ninguna se percatara.
Las vi desde arriba y me invadió una ternura infinita así como un intenso deseo de hacerles llegar un mensaje: habíamos vivido una gran mentira, todo era más sencillo y extremadamente hermoso.
Compartir: