Un mal encuentro
Rosario, 70, Madrid
Estaba amaneciendo cuando salí de mi turno de noche.
Me dirigí hacia la parada como cada día. De repente apareció un hombre que estaba escondido tras unos arbustos. De inmediato intuí que corría peligro. Pensé que era importante esconder mi miedo. Me puse a hablar con él, fingir que todo era normal. Se acercaba mucho a mí para comentarme lo que tardaba el autobús yo procuraba no mirarle a los ojos, pero captaba su fuerte olor a sudor mezclado con una loción, que me resultaba vagamente familiar.
Me sujeta por el brazo y en ese momento aparece el autobús.
Me dirigí hacia la parada como cada día. De repente apareció un hombre que estaba escondido tras unos arbustos. De inmediato intuí que corría peligro. Pensé que era importante esconder mi miedo. Me puse a hablar con él, fingir que todo era normal. Se acercaba mucho a mí para comentarme lo que tardaba el autobús yo procuraba no mirarle a los ojos, pero captaba su fuerte olor a sudor mezclado con una loción, que me resultaba vagamente familiar.
Me sujeta por el brazo y en ese momento aparece el autobús.