La carta olvidada
Noelia, 40, Marín

De niña, Paula sembraba palabras en hojas dormidas, cartas al viento, promesas a un yo distante. Bajo la almohada, secretos que el tiempo olvidó guardar. Años después, desenterró aquel eco de sueños y temores, y leyó: “El camino se escribe en sombras que aún no alcanzo.” Cerró los ojos y, en el susurro invisible que la envuelve, sintió la calma de quien sabe que cada paso es un verso en un poema escrito sin voz.