Trasteros
María Sáez Alted, 43, Teo

Mi padre tuvo una infancia de escasez, ese deseo de tener objetos empezó ahí.
Luego llegaron las antigüedades: planchas, máquinas, bicicletas...
Hoy solo acumula años y recuerdos.
Yo comencé con monedas y sellos.
Pronto pasé a acumular todo, una herencia genética.
He decidido romper la cadena.
No quiero legarle a mi hija cajas de cosas.
Experiencias mejor, no trasteros.
Momentos absurdos, carcajadas, tardes haciendo postres, dibujando.
Algo guardo, la memoria de haber vivido con ella.
Quizás ella también acumule.
Que le deparará el destino.
Tendrá un perro, eso seguro.
De momento, ya tendrá compañía suficiente
para seguir coleccionando tardes felices.