Ruta desconocida
Gael Trujillo, 21, Monforte de Lemos
El chófer no me responde, pero hemos pasado por la misma curva cinco veces. Aunque cada vez distinguirla se vuelve más complicado. A la montaña la engulle cada vez más la penumbra. La luna, sin embargo, no se ha movido en las tres horas de trayecto. Algo en la oscuridad sí lo hace, lentamente, acercándose un poco más al arcén por cada vuelta que damos. He llegado a la conclusión de que este viaje es uno sin destino, que no terminará nunca. Lo que sí está llegando a su fin es la gasolina.