Encuentro en el Patio de los Leones
Susana, 56, Hospital de Órbigo
La luz dorada del atardecer se filtraba a través de los intrincados arcos y las fuentes murmurantes del Patio de los Leones, creando un escenario para mi actuación. En ese lugar tan cargado de historia yo iba cantar, con apenas el acompañamiento de mi guitarra española.
Y allí estaba mi destino, uno de los muchos musulmanes que habitaron aquel lugar, un criado que había encontrado en mi música un destello de vida en su existencia etérea. Su presencia me había recordado la magia del arte y su poder para conectar almas, incluso aquellas que se creían perdidas en el tiempo.
Y allí estaba mi destino, uno de los muchos musulmanes que habitaron aquel lugar, un criado que había encontrado en mi música un destello de vida en su existencia etérea. Su presencia me había recordado la magia del arte y su poder para conectar almas, incluso aquellas que se creían perdidas en el tiempo.