CAST / GAL

El tapiz
OGP, 52, Palencia

El anciano tejió su vida con hilos de azar, convencido de que el destino era un tapiz ya urdido. Cada nudo, un evento crucial; cada color vibrante, una emoción profunda. Con manos callosas, repasó cada detalle. Al final, contempló su obra, inalterable y llena de significado. Una profunda calma lo invadió. Justo entonces, el último hilo de su existencia se desprendió suavemente, y el tapiz se disolvió en un resplandor dorado. Comprendió que no era el fin de la historia, sino el inicio de una nueva madeja que él mismo, finalmente libre, comenzaría a tejer en la inmensidad.
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