CAST / GAL

LLOVÍA
E. Luaña, 21, Santiago de Compostela

Sus lágrimas se diluían en el café de por la mañana. Más allá de sus pensamientos, se escuchaban maullidos.
La lluvia formada charcos bajo las ventanas abiertas.
De repente, se oye un estruendo.
Se asomó con curiosidad a la ventana, taza en mano.
Sus ojos, vidriosos, se abrieron de par en par.
La porcelana se rompió contra el suelo.

La escena: marcas de neumáticos, un coche atravesado, un conductor apenado.
En la carretera, un pequeño cuerpo: inmóvil, peludo, frágil.

En un instante, el destino, caprichoso, le arrebató su razón de ser.
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