CAST / GAL

Lavanda
Mara, 57, Arroyo de la Encomienda

Sentados en el patio de los recuerdos, contemplo la lavanda, que florece hermosa tras un año sin agua. Me aferro a su mano, recordando las palabras de mi madre: “Disfruta todo lo que puedas; lo peor es ser viuda.”
Una lágrima se esconde en mis gafas. Sigo evocando la conversación: “¿Por qué no hablas con alguien para vivir estos últimos años en paz?”.
Y continua: “Si hubo un matrimonio razonable, esto es muy duro.”
¿Cuándo será? ¿Cómo? ¿Será él o seré yo?
No he sido capaz de compartir esto. Me alivia escribirlo. El destino bueno decidirá.
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