+4
Claudia, 24, Miranda de Ebro
Recuerdo empezar siempre con ilusión, creyendo que esta vez, sí, el destino me dejaría ganar.
Me quedaba a una sola carta.
Pero llegaba el +4, el cambio de sentido, el salto de turno, y nuevamente la mano llena.
El destino parecía estar en mi contra.
Hasta que comprendí: que me enseñaba a vencer sin la victoria. La clave está en cómo barajas las cartas que recibes.
No siempre gana quien termina primero, sino quien no deja de sentarse a jugar, aunque lleve años perdiendo.
Me quedaba a una sola carta.
Pero llegaba el +4, el cambio de sentido, el salto de turno, y nuevamente la mano llena.
El destino parecía estar en mi contra.
Hasta que comprendí: que me enseñaba a vencer sin la victoria. La clave está en cómo barajas las cartas que recibes.
No siempre gana quien termina primero, sino quien no deja de sentarse a jugar, aunque lleve años perdiendo.