CAST / GAL

“CHAO”;PUNTO Y SEGUIDO
ÁNGELES, 61, A rúa

Después de décadas de rutinas y madrugones, llegó el último día.
Nada inesperado: ni discursos, ni pasteles, ni abrazos forzados. Solo un “chao” seco, como punto final.
El equipo, sin máscaras ni cortesías, volvió a sus puestos. Él apagó el ordenador, miró su despacho por última vez y salió sin mirar atrás. En el bolsillo, un billete. En el corazón, un vértigo dulce. El destino profesional estaba cumplido. Ahora venía: aprender a no mirar el reloj, a caminar sin rumbo, a recordar menos. Tocaba olvidar y, por fin, disfrutar. El futuro era suyo, sin horarios ni equipos.
Compartir: