CAST / GAL

Su destino
Mirabel Madrigal, 57, Dacón

Llamaron a la puerta con golpes de quinta sinfonía. Se quedó helado. Había asociado el sonido a las palabras de Beethoven: "Así llama el destino a la puerta de los hombres".

Salió. No había nadie, ¡nada! Corrió en busca de la fuente de la llamada. Se desesperó por encontrarla, ¡nada!, en ninguna dirección, solo el viento del páramo y su aliento.

Se despertó agitado. En el sueño su propia conciencia lo había golpeado con rabia. Si deseas destino, el confort no es la opción. Por fin, despertó.
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