FLORECER
Lis, 37, Soutomaior
El destino hizo que Martina fuera la rara de la clase: adoraba hablar con plantas y usaba calcetines de unicornios. Entre risas y burlas, aprendió a esconder sus pasiones, pensando que debía encajar para sobrevivir.
Pero un día, su vídeo cuidando un ficus se volvió viral. Descubrió que lo que la hacía distinta era justamente su mayor tesoro.
Entonces entendió: el destino no siempre es cruel, a veces solo espera el momento exacto para mostrarte que ser uno mismo no es un defecto, sino el inicio de tu verdadera fuerza. Y así, floreció.
Pero un día, su vídeo cuidando un ficus se volvió viral. Descubrió que lo que la hacía distinta era justamente su mayor tesoro.
Entonces entendió: el destino no siempre es cruel, a veces solo espera el momento exacto para mostrarte que ser uno mismo no es un defecto, sino el inicio de tu verdadera fuerza. Y así, floreció.