CAST / GAL

Un mar de confianza
Gabriela B., 26, Viveiro

Terminamos de comer. Mi hermana y yo recogimos rápido para ir a la clase de surf, como cada sábado. Llovía mucho y a mi abuela le pareció mala idea que fuésemos con esas condiciones. Mientras abríamos la puerta para irnos, escuché cómo mi madre le respondía: para ella el destino estaba escrito y no pensaba preocuparse cada vez que nos metiéramos en el mar. Me fui a la clase muy orgullosa de su respuesta. No sé si el destino está escrito o no, pero ella nos dio la confianza de tomar nuestra propia decisión, abrazando el camino que nos corresponde.
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