Con mi cuerpo de mujer
Una nieta, 54, Santa Marta de Tormes
Finalista
Quizás no fui muy destacable, ni tampoco la más interesante de mirar.
Ya nunca sabré la verdad, pero lo siento, tengo derecho a dudar.
Cumpliré lo que hablamos. O hablé. Te llevaré, peregrinando a Santiago, con mi cuerpo de mujer: es fuerte, a su manera. Créeme.
Quizás no como cualquiera de tu tiempo pensaría, pero lo es.
Te llevaré para honrarte, porque cuando un sentimiento nace real, no se puede silenciar. Ojalá hubiese nacido alguno en ti, abuelo, pero no hay rencor.
Lo haré. Sabiendo que aunque nunca lo entienda, no puedo juzgar juntos el hoy y el ayer.
Ya nunca sabré la verdad, pero lo siento, tengo derecho a dudar.
Cumpliré lo que hablamos. O hablé. Te llevaré, peregrinando a Santiago, con mi cuerpo de mujer: es fuerte, a su manera. Créeme.
Quizás no como cualquiera de tu tiempo pensaría, pero lo es.
Te llevaré para honrarte, porque cuando un sentimiento nace real, no se puede silenciar. Ojalá hubiese nacido alguno en ti, abuelo, pero no hay rencor.
Lo haré. Sabiendo que aunque nunca lo entienda, no puedo juzgar juntos el hoy y el ayer.