El lienzo del destino
Sandra, 32, navalmoral de la mata
La vida es un lienzo en constante construcción, donde cada pincelada representa emociones y decisiones. Los colores se entremezclan, mostrando la autenticidad más allá de la perfección. El miedo deja trazos grises, la alegría ilumina con amarillos, la tristeza fluye en azules y el amor tiñe con múltiples matices que transforman el cuadro en un mapa del destino. Sin embargo, el pincel siempre permanece en nuestras manos: podemos corregir, reinventar o cubrir lo que no queremos conservar. Aunque existan sombras, una sola pincelada de luz basta para dar nuevo sentido a la obra y reflejar quién somos realmente.