Cambio
Marcos D., 40, Valladolid
Creía vivir en una rueda de hámster. Todos los días lo mismo. ¿Con qué fin damos vueltas y vueltas?
Pero los cambios llegan. A veces, no de forma dramática, ni siquiera gradual; sino de forma sutil y súbita. ¿Cuándo? ¿Cómo?
Finalmente ocurrió.
Ese día, el sol brillaba con un ápice menos de intensidad, pero no era eso. El aullar del viento en mis viejas ventanas tenía otro tono, pero tampoco era eso. La voz que me habló al otro lado del teléfono y, sobre todo, lo que me dijo; eso sí cambiaría mi vida y mi destino para siempre.
Pero los cambios llegan. A veces, no de forma dramática, ni siquiera gradual; sino de forma sutil y súbita. ¿Cuándo? ¿Cómo?
Finalmente ocurrió.
Ese día, el sol brillaba con un ápice menos de intensidad, pero no era eso. El aullar del viento en mis viejas ventanas tenía otro tono, pero tampoco era eso. La voz que me habló al otro lado del teléfono y, sobre todo, lo que me dijo; eso sí cambiaría mi vida y mi destino para siempre.