El que camina entre hilos
Jorge Mayo, 33, Salamanca

Nació bajo lunas gemelas y una profecía prohibida. Los ancianos temblaron al verle, sabiendo que el destino ya no les pertenecía. Caminó por desiertos sin arena, vio futuros que aún no habían sido soñados, y comprendió que cada elección tejía la forma final del mundo. No huía del destino: lo perseguía. Cuando el fuego cayó del cielo y los hombres clamaron por un salvador, él no alzó la espada, sino la palabra. Y en ese instante, entendió: no era elegido por los dioses. Era su escritor. El destino no se encuentra. Se construye, paso a paso, palabra a palabra.