Eso que llaman destino
Skraik, 56, Vigo

Multitud en la plaza bajo un cielo empedrado, y calor agobiante de julio. Presente, la mirada del que cree saber donde va, de quien no es consciente del destino...
Su historia, como todas las historias, pasado.
En un momento, una suave y delicada gota cae, seguida de otras muchas... la gente corre a protegerse.
Todos... salvo una, que mira hacia arriba con los ojos entrecerrados. A pocos metros de este, centrados en la plaza, un paraguas abierto se cierra.
Se cruzan las miradas y ríen empapados... ya nunca se separaran...