
El remitente
Póstumo, 25, Valladolid
Póstumo, 25, Valladolid
Cada mañana, Otto recibía una carta idéntica: "Hoy tampoco escaparás". No sabía quién la enviaba ni cuándo comenzó todo. Al principio se reía. Luego dejó de salir. Intentó no abrir el buzón, pero las cartas aparecían bajo la almohada, en los cajones, dentro del pa...