CAST / GAL

Lectura nocturna
Beatriz, 25, Ponferrada

Era noche cerrada y los dedos acariciaban la cubierta del libro mientras los ojos, veloces, avanzaban surfeando la trepidante lectura.
Un portazo imprevisto desconcentró su mente durante unos instantes, pero enseguida volvió a sumergirse en la trama.
Minutos después, un segundo crujido volvió a sacarle de su ensoñación.
Cerró el libro. Se levantó del sillón.
Apenas tuvo tiempo.
El libro se resbaló de sus piernas, los dedos ensangrentados dejaron su huella sobre el argumento; a modo de marcapáginas grotesco.
“Una mujer, un cuchillo”. La marca del destino.
Compartir: