Espejos
Voz Sin Máscara, 32, A Coruña
Me dijeron que el destino estaba escrito, como si la vida fuera un guion cerrado. Durante años me rebelé contra esa idea, intentando borrar frases, arrancar páginas, incluso quemar capítulos enteros. Creí que al hacerlo escaparía. Sin embargo, el destino no se rompe con fuego, se transforma. Me encontré caminando por senderos que juré evitar, chocando con personas que intenté olvidar, repitiendo errores que pensé superados. Y entendí: no es una sentencia, es un espejo. El destino no dicta, refleja quién eres hasta que decides mirarte sin miedo. Ahí empieza la verdadera libertad cuando te enfrentas a ti sin esconderte.