El hada madrina
Maria Angeles, 64, Coruña
En las noches de plenilunio
transformada en un Hada, me transportas al Reino de la fantasía, donde suena un arpa, donde todo cobra vida.
Despliegas tus alas tristes de mariposa cansada, con delantal y puntillas sobre la madera encerada, danzas con la luz de la luna que atraviesa la ventana.
Sueñas con delicados tutús,
con boleros de punto fino y esa falda de bailarina que escondes en el armario con olor a naftalina.
Gracias madre, por darme la vida, por convertir mi mundo e un lugar de magia y fantasía, por convertirme en la princesa de tu historia de bailarina.
transformada en un Hada, me transportas al Reino de la fantasía, donde suena un arpa, donde todo cobra vida.
Despliegas tus alas tristes de mariposa cansada, con delantal y puntillas sobre la madera encerada, danzas con la luz de la luna que atraviesa la ventana.
Sueñas con delicados tutús,
con boleros de punto fino y esa falda de bailarina que escondes en el armario con olor a naftalina.
Gracias madre, por darme la vida, por convertir mi mundo e un lugar de magia y fantasía, por convertirme en la princesa de tu historia de bailarina.