Lo que el destino sabe
Alba Bouzas, 22, Vilagarcía de Arousa
Nunca planeé quedarme aquel verano. Tenía otros planes, otros lugares. Pero el destino, terco y silencioso, me cerró todas las puertas… menos una: aquel trabajo. Lo tomé sin ganas, pensando que sería temporal. Hasta que lo vi. No fue amor a primera vista, fue algo más profundo, como si mi alma recordara algo que mi mente no sabía. Con cada conversación, sentía que ya lo conocía de antes. Como si tantas decisiones equivocadas me hubieran llevado justo ahí. Y entonces lo entendí: el destino no siempre te da lo que pides, pero sí lo que secretamente necesitas.