CAST / GAL

El tren
Rubén, 40, Vigo

Eran las 7.00. Marcos corría a coger el primer tren de la mañana pero, cuando llegó, éste había partido. Maldijo su suerte, llegaría tarde a trabajar. Se dispuso a esperar al siguiente en la cafetería. Allí estaba sentado un viejo amor del colegio, Iván. Ambos se sentaron juntos y charlaron amenamente recordando el pasado hasta que Marcos le confesó su antigua atracción por él, a lo cual Iván le contestó cogiéndole de la mano y dándole un beso. “A mi también me gustas”. Y es que a veces, el destino no viene de coger un tren, sino de perderlo.
Compartir: