Un golpe
Eva, 49, Pontevedra
Manuel era un muchacho feliz y también osado. El día que se juntó con su pandilla para jugar a la ouija, fue quien más arriesgó con su pregunta: «¿cuándo y cómo voy a morir?» la moneda se deslizó segura: «el 7 de julio de 2025, lunes, por un golpe». Treinta y cuatro años después, Manuel aún recordaba la fecha. El día anterior decidió que ese lunes lo pasaría solo en la pequeña cala que estaba al lado de su casa. Veinticuatro horas después las noticias locales anunciarían la muerte de un hombre de 50 años por un golpe de calor.